domingo, 15 de febrero de 2009

Despedida





... Llevo largos días sin poder escribir, no he podido hacerlo unas veces por falta de tiempo, y otras, por no tener ganas ni de abrir el ordenador …

Hoy vuelvo a este rincón, para decirte papá, que te hecho de menos. Que siento con dolor tu ausencia. Que, mi mano echa de menos la tuya. Que mis ojos querrían volver a encontrarse con los tuyos, que a mis labios les falta el calor de ese último beso que te daba por las noches, cuando ya nos íbamos a dormir. El brillo de tu mirada, cuando al día siguiente te abrazaba y te decía: “hola, lindo”… Cuando me hacías una indicación para que acercara mi cara a la tuya y de esa forma, poder darme un sinfín de besos. Cuando te decía “precioso, guapo, bonito” y tu me respondías: tú si que eres guapa.!

GRACIAS papá por haberme permitido participar de TANTAS Y TANTAS sensaciones de amor, de ternura, de complicidad y, estoy convencida que a pesar del dolor, también han sido de felicidad. GRACIAS.

Y, ahora papá... ¿a quién le canto yo esas nanas que tanto te gustaban? Esas nanas con las que conseguía que te durmieras tranquilito. Tú sabes que no me importaba cenar tarde o no cenar, lo importante eras tú. TE QUIERO papá, tú sabes que siempre te he querido -aunque a veces no me lo ponías demasiado fácil-, y te he querido, hasta el punto de sacrificar mucho por ti. Mamá siempre te decía que algún día te darías cuenta y, creo que así ha sido. GRACIAS.

Desde que ella murió tu vida se fue apagando. Han sido tres largos años de dolor. Poco a poco y sin quererlo aceptar, comenzamos a darnos cuenta que te ibas marchando...

Pero fue por Navidad cuando empecé a ser consciente que tu vida papá, estaba llegando a su fin... Y, a partir de ese momento -aún más , si cabe- me propuse que te sintieras feliz, querido, acompañado y sobretodo, comprendido.

Pero, como no siempre hacemos todo aquello que debiéramos; como siempre se nos queda algo inacabado, desde aquí, quiero pedirte disculpas por si no te he escuchado lo suficiente; disculpas, por si en algún momento te ha faltado el calor de un abrazo o si has echado de menos algún beso más; disculpas, por si no has tenido mi presencia en un momento preciso para ti .Y principalmente DISCULPAS -con mayúsculas- por no haber sido, la hija dócil que a ti te hubiera gustado, aunque yo, siempre he pensado y además mamá me lo decía, que en el fondo, te sentías muy orgulloso de mi carácter.
GRACIAS PAPÁ. TE QUIERO.

Por último, papá quisiera pedirte que desde allí donde estés, sigas velando por nosotros como lo hacías aquí.
DESCANSA EN PAZ

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