lunes, 4 de mayo de 2009

¿Y, mañana qué?


Estamos inmersos en plena crisis ecónomica: gobiernos, instituciones, prensa, radio, tv... no cesan de lanzarnos sus mensajes. Mensajes, que día a día crecen en intensidad. Mensajes que han llegado a calar tan hondo, que algo se nos ha movido por dentro.

...En un primer momento, el miedo. Un miedo que nos lleva a preguntarnos ¿Qué pasará si perdemos nuestros ahorros?, ¿Qué sucederá si perdemos nuestro trabajo? ¿Cómo podremos hacer frente a nuestras deudas?... Un miedo, que al sacudirnos tan de "repente", ha hecho despertar necesidades tan naturales en el ser humano como son: el conocimiento, la razón, el sentido común y ese estado de alerta que algunos , entre los que me incluyo, teníamos últimamente -quizás por comodidad - bastante abandonadas.


Pero... mire usted por donde, en brevísimo espacio de tiempo todos hemos conseguido saber y entender los entresijos de los sistemas financieros. Hemos leído, nos hemos informado y hemos razonado. Todos sabemos lo que representan las hipotecas basura, qué empresas forman el IBEX 35, cómo se mueve Wall Street...

...Y claro, si seguimos podría ser, que supiéramos demasíado... No sería conveniente... No.

Así que, para que nuestra mente se dé un respiro sobre el tema de la crisis, "la sabia naturaleza" nos sorprende con una nueva visitante: la gripe porcina y... la crisis financiera, pasa a ser un mal menor cuando se pone en juego la vida ...
Ahora nos acostamos y nos levantamos con las noticias de si hay nuevos casos infectados, o, de cómo evolucionan los que están siendo observados, o, si llegado el caso en que el virus N1H1 decidiera quedarse entre nosotros una larga temporada, tendríamos o no problemas a la hora de conseguir los antivirales... Así que, de nuevo, ahí estamos nosotros: busca que busca, pregunta que pregunta, lee que lee...

Primero, casi nos doctoramos en economía, y ahora, en inmunología. ¿ A qué nueva carrera tendremos que matricularnos en los próximos meses? ¿Quién sabe lo que nos deparará el "destino"?.
Lo que si tengo claro, es que, si la superamos con éxito, va resultar que somos unos "fenómenos" y, a lo peor, cada vez nos asustemos un poco menos... A lo peor, lleguemos a convencernos de que "podemos"... Y, hasta posiblemente se nos tenga más en cuenta.

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