Hoy, en el 7º aniversario de lo que representó toda una tragedia nacional, con 192 muertos y 1800 heridos, quiero volver a unirme a todos áquellos que sufren el dolor de su ausencia y, a los que continúan viviendo con las secuelas tanto físicas como psicológicas ,originadas por el trágico atentado.
También me gustaría seguir pidiendo a nuestros dirigentes, más unión y menos enfrentamiento en cuanto a tomas de decisión en el respaldo y apoyo a las víctimas.
Sinceramente creo que en momentos como este, deberían dar ejemplo de dignidad, olvidarse de las diferencias políticas y unirse a los sentimientos ciudadanos.
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