De pequeña me fascinaban las mariposas.Tuve la suerte de vivir en lugares donde el campo y las flores abundaban y, por ello, resultaba fácil encontrarse con estos seductores seres revoloteando rítmicamente a nuestro alrededor mientras exploraban el entorno más adecuado donde posarse. Sus alas, bañadas de colores llamativos, causaban en mí una sensación parecida a la que me invadía cuando contemplaba el arco iris después de una deliciosa lluvia en tarde de sol ...
...Tiempo después, a mis trece, catorce o quince años, cuando me veía inmersa en un conjunto de aprendizajes, aparecieron nuevamente en mi vida. Ya no disfrutaba tanto de ellas. Ahora, tocaba repartir el tiempo entre instituto, clases y mucho estudio... Pero, aparecieron ahí, en las páginas de los libros. LLegó el día que tocaba estudiar a estos insectos lepidópteros y, la fascinación de mi infancia se transformó en una auténtica pasión por esta especie.
Comencé a hacer similitudes. A filosofar sobre las fases de su metamorfosis (huevo - oruga - crisálida - adulto). A pensar en las más de 200 mil variedades; a comprender cómo con las características que habían sido dotadas les resultaba más sencilla la supervivencia. A entender su modo de comunicarse con el mundo que les rodea, y todo ello, me resultó gratamente enriquecedor.
...Durante una parte de mi vida me he dedicado a formar "mariposas", "mariposas" sabias, valientes, libres y dignas.
...No sabeís hasta que punto me hace feliz pensar que en algún lugar, en algún momento, "ellas" estén moviendo sus alas, ofreciendo si fuera necesario, resistencia al viento; me hace feliz pensar que lucen sus colores sin complejos, sin miedos; que se posan en el lugar adecuado para de ese modo conseguir absorber el néctar deseado...
Hoy, como tantas veces, os he recordado a todos/as y quiero enviaros mi cariño. También recordaros como ya os dije en su día, que formáis parte de mi tiempo y, que ...¡ aquí me tenéis!
Por cierto, nunca olvidéis que, la presencia de mariposas es sinónimo de un entorno agradable y adecuado ya que, en caso contrario, sería imposible su supervivencia.
...Tiempo después, a mis trece, catorce o quince años, cuando me veía inmersa en un conjunto de aprendizajes, aparecieron nuevamente en mi vida. Ya no disfrutaba tanto de ellas. Ahora, tocaba repartir el tiempo entre instituto, clases y mucho estudio... Pero, aparecieron ahí, en las páginas de los libros. LLegó el día que tocaba estudiar a estos insectos lepidópteros y, la fascinación de mi infancia se transformó en una auténtica pasión por esta especie.
Comencé a hacer similitudes. A filosofar sobre las fases de su metamorfosis (huevo - oruga - crisálida - adulto). A pensar en las más de 200 mil variedades; a comprender cómo con las características que habían sido dotadas les resultaba más sencilla la supervivencia. A entender su modo de comunicarse con el mundo que les rodea, y todo ello, me resultó gratamente enriquecedor.
...Durante una parte de mi vida me he dedicado a formar "mariposas", "mariposas" sabias, valientes, libres y dignas.
...No sabeís hasta que punto me hace feliz pensar que en algún lugar, en algún momento, "ellas" estén moviendo sus alas, ofreciendo si fuera necesario, resistencia al viento; me hace feliz pensar que lucen sus colores sin complejos, sin miedos; que se posan en el lugar adecuado para de ese modo conseguir absorber el néctar deseado...
Hoy, como tantas veces, os he recordado a todos/as y quiero enviaros mi cariño. También recordaros como ya os dije en su día, que formáis parte de mi tiempo y, que ...¡ aquí me tenéis!
Por cierto, nunca olvidéis que, la presencia de mariposas es sinónimo de un entorno agradable y adecuado ya que, en caso contrario, sería imposible su supervivencia.
Entradas
1 comentario:
Hola,
Dime una dirección de e-mail donde escribirte. Tengo una información que quizá te interese incluir en tu blog.
Mi correo: janaru@gmail.com
Un saludo.
Publicar un comentario