11 DE MARZO El tren que nunca llegó
Quién te lo iba a decir,
tú…
siempre lleno de ilusiones,
siempre lleno de alegría.
Cada mañana a tu hora
llenabas tu largo vientre con dispares inquietudes:
Unas,
las más de las veces, rutinarias.
Otras,
de gran alegría.
Las había de gran esperanza:
Inquietudes juveniles por formarse día a día,
inquietudes ya adultas, camino de ese jornal
imprescindible en su ruta.
Algunas eran… maduras y,
con ansiedad caminaban en busca de alguna ayuda.
Tu pecho henchido de gozo…
Al destino un día más!
¿ Se podía ser más feliz ?
Pero, ese día… no sería uno más.
Ese día, tu felicidad iba a truncarse para siempre.
Y sucedió!
Tu cuerpo estalló,
de él, salieron todas las inquietudes que llevabas dentro.
¿ Por qué ? ¿ Dónde están ? ¿ Adónde fueron ?
Gritabas, clamabas…¡Qué grande era tu dolor!
Tu cuerpo desgarrado pero…no importaba,
importaba lo que veían tus ojos.
Y te preguntabas una y mil veces
¿ por qué ? ¿ por qué ? ¿ por qué ?...
Pero, a medida que tu agonía se acercaba,
te ibas dando cuenta que, la sin razón no tiene respuestas.
Candela Bueno
Dedicado con todo mi respeto y afecto a las víctimas que, aquel fatídico día perdieron sus vidas, a las personas que siguen arrastrando las secuelas de los momentos vividos y, a las familias de todos ellos por su valentía, dignidad, amor y, sobre todo por su dolor.
Quién te lo iba a decir,
tú…
siempre lleno de ilusiones,
siempre lleno de alegría.
Cada mañana a tu hora
llenabas tu largo vientre con dispares inquietudes:
Unas,
las más de las veces, rutinarias.
Otras,
de gran alegría.
Las había de gran esperanza:
Inquietudes juveniles por formarse día a día,
inquietudes ya adultas, camino de ese jornal
imprescindible en su ruta.
Algunas eran… maduras y,
con ansiedad caminaban en busca de alguna ayuda.
Tu pecho henchido de gozo…
Al destino un día más!
¿ Se podía ser más feliz ?
Pero, ese día… no sería uno más.
Ese día, tu felicidad iba a truncarse para siempre.
Y sucedió!
Tu cuerpo estalló,
de él, salieron todas las inquietudes que llevabas dentro.
¿ Por qué ? ¿ Dónde están ? ¿ Adónde fueron ?
Gritabas, clamabas…¡Qué grande era tu dolor!
Tu cuerpo desgarrado pero…no importaba,
importaba lo que veían tus ojos.
Y te preguntabas una y mil veces
¿ por qué ? ¿ por qué ? ¿ por qué ?...
Pero, a medida que tu agonía se acercaba,
te ibas dando cuenta que, la sin razón no tiene respuestas.
Candela Bueno
Dedicado con todo mi respeto y afecto a las víctimas que, aquel fatídico día perdieron sus vidas, a las personas que siguen arrastrando las secuelas de los momentos vividos y, a las familias de todos ellos por su valentía, dignidad, amor y, sobre todo por su dolor.
conmemoraciones...
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